Es valioso pensar en organizar un espacio, por más pequeño que sea, donde los chicos puedan jugar, dibujar, leer. Desplegar libremente su creatividad y disfrutar.
Un elemento indispensable es que tengan su propia mesa y un lugar donde sentarse, a su medida, de esa manera se evitan caídas e incomodidad. Ese se va a convertir en el lugar donde nacerán sus obras de arte, donde compartirán una merienda con algún amiguito y vos no solo podrás estar tranquila, sino también compartir algún juego, dibujar o leer un libro con tu hijo.
Yo elijo la mesa OTTO de Bloom. Es fantástica!
El diseño moderno y de vanguardia, tanto así como sus materiales encajan perfectamente con cualquier rincón de tu casa, lo que la diferencia de las típicas mesas de niños que sólo se adaptan para cuartos infantiles o áreas de juego.
Al soportar un peso de hasta 250 kilos, te va a permitir sentarte en una de las sillas con toda tranquilidad lo que favorece a que papas e hijos, jueguen, exploren y se diviertan.
Es tal la practicidad de la mesa que de sus laterales salen 2 bandejas corredizas que pueden ser el lugar perfecto para guardar papeles y lápices.