Los papás de hoy, en general claro, no son como los de antes. Y no me refiero al uso de la tecnología o de productos de belleza masculinos, cada vez más vistos en el mercado.Los padres cambiaron y para bien. Papás más conectados, con vínculos más cercanos con sus hijos y no expectadores pasivos de la crianza de sus hijos.
Porque ser papá no es solo pagar el colegio, ser papá es estar, llevar un hijo al médico, bañarlo, cambiarle un pañal o revisarle los deberes.
Un papá con quien compartir la crianza de nuestros hijos hace todo más fácil y disfrutable. Y también es saludable una mamá que dé lugar al papá sin pensar que “nadie lo hace tan bien como una mamá”.
Roles que se complementan y se abrazan con el único fin de ver felices y sanos a nuestros hijos.
Feliz, feliz día a todos los papás!