Si hay una función que se hace camino al andar es ser mamá.
Nadie te enseña como ser una buena mamá y se va aprendiendo de a poco.
Yo personalmente muchas veces me cuestiono, estará bien lo que hago? soy una buena mamá? será correcto ponerle este límite? servirá? oh cuantas preguntas y a veces tantas y distintas respuestas..
Esta forma de cuestionarse, repreguntarse, analizarse es una manera de poner de manifiesto que no hay una forma única de ser mamá ni un manual de como ser una mamá amorosa.
Pero si ser mamá tiene tantas aristas, que van variando y eso te vas dando cuenta a medida que pasan los años y te das cuenta, que muchas veces el ensayo error, hace que con el hijo menor no actúes del mismo modo, sin que esto se convierta en falta de responsabilidad sino todo lo contrario, yo diría crecimiento.
No es lo mismo ser mamá de un bebé que de un adolescente. Ninguna etapa vital es igual.
Pero si es constante la capacidad de maternar, de cobijar, de estar ahí, cerca, junto a ellos,
Ese amor infinito que sentimos por nuestros hijos que llegaron un día a nuestras vidas, cambiándola enormemente, para hacernos sentir privilegiadas por tenerlos los 365 días del año