¿Con quién dejo a mi bebé?
Una de las más grandes disyuntivas cuando tenemos un bebé es pensar quién cuidará nuestro hijo cuando retomemos el trabajo.
No solo pensar hay que resolver este dilema de la mejor manera, pensando principalmente en el bienestar de nuestro hijo.
Muchas veces lo mejor para nuestro hijo podría no serlo para nosotros, por ejemplo por cuestiones económicas y por otro lado también puede pasar que repetir «fórmulas», en el caso de ya tener hijos y haber pasado por una situación similar no siempre puede ser lo más efectivo.
Las tres opciones más comunes son: jardín maternal, niñera y abuelos o algún otro familiar u amigo.
Si nos inclinamos por la primera opción, la mayoría de los maternales reciben bebes desde sus 45 días de vida. Deberíamos comentarle al pediatra si es recomendable para nuestro bebé la concurrencia al jardín de tan pequeñito, ya que en el caso de prematuros, no es recomendable hacerlo.
El pediatra nos asesorará sobre vacunas no obligatorias pero quizás indicadas para evitar posibles contagios, ya que es sabido que el estar con otros niños genera más posibilidades de enfermarse.
Al buscar jardín, pensar que es más conveniente si cerca de casa o del trabajo. Que esté cercano al lugar donde trabajamos puede resultar muy positivo para seguir con la lactancia. La hora de almuerzo o la hora de lactancia pueden ser momentos de acercarnos al jardin, estar con nuestro bebé y amamantarlo. Recorrer varios jardines, pedir referencias a conocidos, compañeras de trabajo, colegas. Observar limpieza, cantidad de niños por sala, materiales de juego, calidez del personal tanto maestras como directivos, medidas de seguridad, como actúan en caso de emergencias.
La ventaja de un jardín es la estimulación que los niños reciben, en general son más autónomos lo que favorece a su desarrollo.
Si nos decidimos para que se quede en casa a cargo de nuestra empleada o contratando niñera, tenemos que tener la plena confianza y poder irnos de casa tranquilas sabiendo que nuestro bebé va a estar atendido y cuidado con cariño.
La ventaja es que estará en su entorno, sin movilizarse en días frios, en su hogar.
Si nos decidimos por un familiar como nuestra madre o suegra, tendremos más seguridad de buen cuidado por el lazo familiar que la une con el bebito, pero deberemos poner en claro ciertas pautas de antemano para evitar posibles choques. Tanto de límites, rutinas que como mamás implementamos con el bebé, horarios que queremos que lo cuide, donde estará el bebé si en nuestra casa o en la de la abuela, si le pagaremos y de qué forma etc.
Sea la opción elegida, siempre tené en cuenta un plan B, es decir, qué pasará si nuestro bebé se enferma y va al jardín, o falta un día la empleada o nuestra mamá tiene que ir al médico y no puede cuidar al bebé. Es mejor prever posibles situaciones en caso en que ocurran.